Condolida por la indiferencia generalizada de nuestra sociedad, Alexandra, sintió el impulso de hacer algo por los desprotegidos. En su corazón sensible nació la idea de aprovechar el talento que siempre ha tenido para tejer y ponerlo a disposición de esos seres que la conmueven. Esta acción tan sencilla, pero tan cargada de amor, se fue consolidando en la elaboración de mantas tejidas con lana. Las mantas son entregadas a bebés usualmente abandonados en algunos hospitales de Medellín. Muchos de estos bebés, hijos de trabajadoras sexuales, encuentran en la suave y cálida manta, la única compañía para suplir sus necesidades de abrazar y sentir seguridad. Con esta iniciativa; Tejiendo Abrigo, ella, ha logrado movilizar a muchas personas de municipios cercanos quienes conforman grupos de voluntarios que se reúnen para tejer las mantas y enviar las donaciones. Alexandra invita a dejar la posición cómoda de criticar a los gobernantes para, mejor y más útil; tomar acción.

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Foto: Juan David Hurtado G.

Del proyecto "De carne y hueso - Héroes y heroínas"